FSC-CCOO Madrid | 19 de marzo de 2024

CCOO denuncia la ausencia de un trabajo seguro y saludable en la ONCE

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El sindicato ha elaborado un informe en el que denuncia el grave riesgo existente para la salud de las trabajadoras y trabajadores de la ONCE, por las condiciones absolutamente precarias a las que se ven sometidos y donde la salud laboral se ha convertido en una mera declaración de intenciones.

26/03/2018.
Foto de archivo.

Foto de archivo.

CCOO ha realizado un informe en el que se evalúan los diferentes riesgos que conlleva el trabajo del personal vendedor de la ONCE y las medidas preventivas a adoptar. Así, se evalúan los riesgos psicosociales que genera una mala organización del trabajo, los riesgos asociados al estrés térmico producidos al trabajar en la intemperie, los riesgos ergonómicos derivados de la manipulación de cargas y los procedentes de las barreras arquitectónicas.

El sindicato denuncia que la precariedad es un elemento determinante en las condiciones de trabajo del personal discapacitado de la ONCE. Según la Memoria de Responsabilidad Social Corporativa ONCE 2016, la plantilla está formada por 23.140 personas, de las cuales el 88% presentan discapacidad. Las personas discapacitadas no ciegas son mayoría: de la plantilla de 19.600 agentes vendedores de productos ONCE, 13.000 no son ciegos.

El colectivo de vendedores consiguió ingresos de la venta de juego en 2016 por valor de 1.782,5 millones de euros, aproximadamente 90.000 euros por vendedor. Según el propio convenio, las trabajadoras y trabajadores deben cubrir unos objetivos para poder tener un sueldo digno. El personal fijo requiere facturar al menos 210 euros diarios para acceder al cobro de comisiones y para que alguien de nueva incorporación alcance un contrato indefinido tiene que llegar a los 1.500 euros semanales, es decir, 450 euros más que los fijos y con un 30% menos de sueldo. Al final estas exigencias llevan a jornadas intensivas durante todos los días de la semana, con una enorme prevalencia de riesgos psicosociales.

En distintos ámbitos territoriales las secciones sindicales de CCOO en la ONCE han acudido a Inspección de Trabajo para denunciar, entre otras cuestiones, la prolongación de jornada o la ausencia de descansos para conseguir el mínimo de ventas.

La Inspección de Trabajo ha llegado a determinar en algunas provincias que la dirección de la empresa fomenta y/o tolera que vendedores y vendedoras ejerzan venta en días festivos y que vulnera los derechos laborales de los trabajadores afectados, generando competencia desleal para los trabajadores que sí tienen venta en esos días y más aun cuando los sitúa en la consideración de "baja rentabilidad", que se combate con expedientes disciplinarios y la no renovación de contratos.

"Se obliga al personal vendedor a realizar sus competencias por las llamadas zonas de influencia, trabajando sobre espacios que no tienen en cuenta su discapacidad, y que por lo tanto los sitúa en una situación de peligro, lo que supone una clara vulneración de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que establece una protección especial para personal trabajador con algún tipo de discapacidad", denuncia el sindicato.

Para CCOO, la ONCE "desarrolla un modelo contradictorio en cuanto a las funciones que le son propias como organización. Bajo una apariencia de fines sociales absolutamente loables, como así se propugnan en sus estatutos donde se establece que la misión principal de la ONCE queda definida como la facilitación y el apoyo de la autonomía personal y la plena integración educativa, social y laboral de las personas con ceguera y deficiencia visual, nos encontramos con una organización que vulnera los derechos de salud laboral de sus trabajadoras y trabajadores".

La representación de CCOO concluye que "la ONCE, que mediáticamente se ha hecho con el monopolio de la discapacidad en nuestro país y que para ello se favorece de una normativa específica del juego, somete a su personal a condiciones que ponen en peligro su salud laboral y su seguridad. En estas condiciones podemos afirmar que el trabajo en la ONCE es inseguro e insalubre, vulnerando nuestra normativa en riesgos laborales y sometiendo a sus trabajadores y trabajadoras a unas condiciones de trabajo muy alejadas de los fines sociales que tanto preconizan".