FSC-CCOO Madrid | 29 de marzo de 2024

CCOO exige al Gobierno y al Banco de España el cumplimiento de los compromisos adquiridos para la creación de IMBISA y se garantice el empleo necesario

    La Imprenta de Billetes S.A. medio propio del Banco de España, sociedad mercantil pública participada al 80% por el banco central y al 20% por la FNMT-RCM, afrontará un traslado de sus instalaciones a una nueva planta en Vicálvaro a partir del próximo año para cumplir con la normativa de seguridad que el BCE exige a las imprentas de billetes euro. 

    27/07/2021.
    imbisa

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    El equipo directivo de la compañía ha propuesto la modificación sustancial de condiciones de trabajo a parte del personal, además de una serie de cambios organizativos, para mantener la capacidad productiva al tiempo que se inicia el traslado. El preacuerdo alcanzado con el comité de empresa está pendiente de ser ratificado por la plantilla.

    El mayor logro sindical alcanzado en los años de existencia de IMBISA, junto con el mantenimiento del convenio colectivo, ha sido la transformación del empleo temporal en empleo estable. 

    En el gráfico de columnas se puede observar que la mayor parte del empleo temporal (en verde) de los tres primeros años se reconoció como estructural en 2019 mediante contratos de interinidad (en rojo) que, paulatinamente, se han consolidado como empleo estable mediante concursos oposiciones y otros procesos de selección.

    La movilización de las trabajadoras y trabajadores a finales de 2018 (ver imágenes de abajo) en defensa de la estabilidad del empleo necesario y del desarrollo de la formación interna fue decisiva en este proceso, en el que la resolución de la Inspección de Trabajo proponiendo una sanción por falta grave por un uso fraudulento de la contratación temporal no fue suficiente para que la dirección de IMBISA recondujera su pretensión de hacer de la temporalidad un mal endémico de la imprenta de billetes del Banco de España.

    A partir del tercer trimestre de 2020 la temporalidad ha vuelto a dispararse con la intención de corregir el retraso en las entregas provocado por la parada de la actividad a causa de la COVID-19 y en previsión de posibles bajas de personal a causa de los contagios. Afortunadamente las medidas preventivas implantadas han sido efectivas y no se están produciendo bajas por COVID, y no sólo se ha recuperado el retraso del programa de producción de 2020, sino que se lleva con un considerable adelanto la producción de 2021. Es evidente que la plantilla temporal, de nuevo, está paliando necesidades estructurales. 

    Durante los últimos meses se ha producido la negociación de una serie de medidas laborales propuestas por la dirección de la compañía que permitan afrontar las circunstancias en las que IMBISA se va a ver envuelta en los próximos años: necesidad de adelantar la producción para ajustarse a nuevas normas BCE y a un mismo tiempo hacer frente al traslado a la nueva planta. Una difícil situación a la que hay que sumarle que en los próximos tres años se producirán más de 30 jubilaciones, que RRHH ya ha amortizado este año vacantes estructurales (dos Of. 2ª en Serigrafía) y anuncia más en otros talleres (Corte, Selección y Empaquetado), y que la formación interna no acaba de desarrollarse. Por ello afirmamos que la pretensión de la dirección de IMBISA de reducir personal en los próximos años como forma de aprovechar la coyuntura e introducir medidas de “mejora de la eficiencia” al gusto del BCE, no merece otro calificativo que el de insensata desde el punto de vista de la continuidad de la compañía.

    La mejor manera de que IMBISA se preparara para afrontar los próximos años sería transformando en estable el empleo temporal, de forma que se pudieran acometer definitivamente los procesos formativos necesarios para mantener el know how y amortiguar a la vez la salida del personal más veterano y experimentado sin que ello perjudique el desarrollo de la actividad industrial. Amortizar empleo estructural y saturar de temporalidad es precariedad para IMBISA, no eficiencia.

    Una vez más, exigimos que el Banco de España y el Gobierno cumplan íntegramente con los compromisos adquiridos y asuman su responsabilidad en el buen desarrollo del proyecto de imprenta española de billetes.